Hoy quiero mostraros un trabajo muy especial para mi, porque fue todo un reto realizar. Los novios que me hicieron el encargo son personas a las que les gusta cuidar mucho los detalles, tienen muy claros sus gustos y son exigentes, asi que me preocupaba mucho acertar y conseguir lo que ellos tenían en mente. Me puse a trabajar bajo sus indicaciones: colores suaves, nada de rosa, una portada en la que apareciera un tandem (el logotipo de la boda) y varias páginas interiores decoradas con motivos de cámaras de fotos, máquinas de escribir antiguas, encajes, tela de arpillera, mariposas, banderines, bicicletas, fotos vintage de niños besándose...
El libro estaba destinado a la firma de los novios y testigos de ambos, y por otro lado, tuvieron la genial idea de reunir fotos de cuando eran pequeños de todos sus invitados para que las pegaran y escribieran una dedicatoria al lado.
Intenté personalizarlo al máximo, que cada página estuviera cuidada y trabajada y realmente disfruté mucho haciéndolo.
