lunes, 28 de febrero de 2011

Lisboa y su charme














Lisboa es una ciudad de las que te enganchan, será porque no importa las veces que hayas estado que siempre encuentras algo que consigue sorprenderte, o que la luz que la envuelve la hace tan acogedora que consigue que te sientas como de allí.
En sus calles se respira talento, una mezla perfecta entre modernidad y decadencia y un ritmo sosegado, que te invita a pasear sin prisas, recreándote en cada rincón.
La ciudad derrocha encanto por los cuatro costados, pero yo tengo preferencia por el Chiado, Bairro alto y el Bairro del Principe Real.
Sus entramados de calles estrechas tiene la virtud de acoger las típicas fachadas de azulejos en cuyas ventanas encuentras tendida la ropa de los residentes, y dar cabida en ese escenario a una minúscula tienda en la que sólo venden guantes, una floristería con productos maravillosos, restaurantes fabulosos, peluquerías de lo más original y curioso, y tiendas y más tiendas para entretenerse durante horas.
En mi última visita tuve el placer de descubrir un lugar en los que merece la pena detenerse a descansar y a recrearse tanto con la decoración totalmente vintage como con los deliciosos zumos, batidos y cupcakes que te esperan tras el mostrador y que prepararán para ti con esmero y mil detalles, para servírtelos en auténticas teteras, tazas y platos desparejados y llenos de encanto.
Disfrutad de algunas de las maravillas de esta ciudad.

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